Con más de treinta años trabajando en el campo de terapia
asistida por animales, y siendo profesora de niños con problemas físicos,
sensoriales y mentales dentro de este campo y siendo persona de caballos toda
mi vida, yo todavía no sé que es una equino-terapeuta. Los últimos veinte-cinco
años he dedicado mi tiempo a todos los tipos de hípica para personas con
necesidades especiales, en concreto problemas físicas graves. En mi trabajo en
Ánimo, no hay ni una persona que puede trabajar sin el resto del equipo; o sea
un medico, fisioterapeuta, profesor de equitación, psicólogo, coordinador, con los
animales bien preparados y sanos y con un grupo de voluntarios o ayudantes bien
formados. He visto los beneficios de cerca y las sonrisas y lágrimas de los
logros conseguido pero a la vez he visto que si falte una parte de este equipo
puedas hacer daño sin darse cuenta. Claro, el más tiempo que vas trabajando en
un equipo bien formado, más puedes hacer y más conocimientos tienes pero es mi
opinión, que hay muy pocas personas que tiene todos los conocimientos adecuados
para decir que son equino-terapeutas.
Barbara Napier