El paso número uno en la equitación terapéutica es ayudar al estudiante a encontrar su línea media. Hasta que tenga una idea de cómo se siente lo que es su centro, no puede pasar a otros ejercicios como estirarse de un lado al otro. Tienen que encontrar su línea media con el fin de caminar, llevar una taza a la boca o tener la sensación de lo que se siente al caminar y estar en equilibrio para los que están en silla de ruedas o tienen un paso torpe. Esto es algo que la mayoría de los niños capten desde el nacimiento, aprendiendo poco a poco para que llevar las cosas a la boca. Si el estudiante ya puede hacer esto, entonces usted puede pasar a otras actividades.
El primer paso es conseguir que se relajen y estar en una buena posición, tobillo, cadera, hombro y la oreja en línea. Esto se hace con un ‘back-rider’ (el jinete de control) que apoya a los pies, manteniendo a raya para lograr el mayor beneficio, mientras se mantiene ligeramente a sus muñecas y se extiende hacia fuera, en frente, cruzando el pecho, terminando al tocar la nariz con ambas manos.
Esto es muy difícil para algunos niños, especialmente con parálisis cerebral. Nunca forzar el movimiento. Si se pone tanto rígido como blando, empezar de nuevo, cruzando los brazos sobre el pecho hasta que se relajen y continuar la serie de nuevo.
Puede que no sea capaz de lograr esto en una o dos clases. Una vez que ha logrado el objetivo, felicitarle y hacer algo como un paseo corto de sendero o algo para la diversión. Cuando el paciente es capaz de hacer esto por su cuenta, está listo para comenzar los juegos y ejercicios donde se cruzan el cuerpo para recuperar o colocar objetos. El ‘back-rider’ debe inclinarse ligeramente hacia atrás para que la cabeza del niño esté apoyada. Si la cabeza baja, pide que trate de levantarla por sí mismo. Si no puede, dar un poco de ayuda.
Puede que no sea capaz de lograr esto en una o dos clases. Una vez que ha logrado el objetivo, felicitarle y hacer algo como un paseo corto de sendero o algo para la diversión. Cuando el paciente es capaz de hacer esto por su cuenta, está listo para comenzar los juegos y ejercicios donde se cruzan el cuerpo para recuperar o colocar objetos. El ‘back-rider’ debe inclinarse ligeramente hacia atrás para que la cabeza del niño esté apoyada. Si la cabeza baja, pide que trate de levantarla por sí mismo. Si no puede, dar un poco de ayuda.
El objetivo es conseguir que las dos manos juntas a la nariz por sí mismos o con el mínimo de ayuda.
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