Los caballos de ‘sangre fría’ ofrecen muchos beneficios en la terapia de personas con problemas físicas muy graves de diversa consideración, así como la ayuda en muchas enfermedades. Por su temperamento tan tranquilo y manso, su forma de cuerpo de dos lomos anchos con la columna debajo y sus trancos, ellos llegan a ser sin duda los mejores caballos para hacer terapia, desde un relax para bajar el estrés y presión de sangre hasta mejorar el sistema digestivo y circulatorio. Sus trancos tienen más movimiento que otros caballos dando más beneficio en diez minutos que puede recibir en media hora en otros caballos. El mejor beneficio terapéutica, esta recibido montando a pelo donde uno se puede sentir su calor y tener un masaje a los músculos y órganos. Es evidente que cada capa que se pone entre el jinete y el caballo quita un poco del beneficio. Estoy hablando de hipoterapia e hípica terapéutica donde los alumnos no están aprendiendo a montar pero están trabajando con un equipo de profesionales para mejorar su calidad de vida. Todo los caballos y tipos de montar son buenos físicamente y psíquicamente para todo el mundo pero para personas que por un razón u otro no tienen el poder de montar solos o andar por si mismos, este tipo de terapia ofrece una alternativa que no solo ayuda a su salud pero abre fronteras nuevas. Encima de un caballo de terapia ellos ven cosas que no van a ver desde el suelo o una silla de ruedas y allí arriba reciben la estimulación que los demás buscan andando o haciendo algún deporte. Los beneficios psíquicos son enormes y dejan los alumnos con una sensación de bienestar, de energía, alegría y de haber logrado algo que antes estaba fuera de su alcance. No hablo de vueltecitas en pony; hablo de un sesión hecho por profesionales que trata con las necesidades de cada individuo. No va por hora de montar, va por logros. Cada persona tiene un plan de sesión distinto para sacar el mejor provecho de cada partida.